Las submuniciones se liberan en vuelo y caen al suelo. Pueden variar desde las decenas hasta muchas centenas.
Están diseñados para explotar al impactar, pero hasta un tercio no lo hacen, y siguen siendo un riesgo mortal para los civiles en los años venideros.
El 94% de las víctimas registradas de las municiones de racimo son civiles, de los cuales casi el 40% son niños.
Nota: Las bombas de racimo pueden variar mucho en diseño y escala, este gráfico solo pretende explicar su función general.
Fuente: Centro Internacional de Ginebra para el Desminado Humanitario, Coalición contra las Bombas de Racimo
Gráfico: Connie Chen y Henrik Pettersson, CNN